viernes, 7 de junio de 2013

La responsabilidad de las Instituciones de Educación Superior

Cada vez es más común encontrarse con instituciones de educación superior de muy baja calidad, conocidas popularmente como “universidades de garaje”, estas instituciones que en principios son “sin ánimo de lucro”, poco se preocupan por la investigación, sino que sus esfuerzos están concentrados en graduar la mayor cantidad de alumnos posibles con altas matrículas que no corresponden a su nivel académico. Personalmente podría considerar estas instituciones como una especie de “estafa” avalada por el Ministerio de Educación Nacional, los estudiantes de ellas tienen el sueño de ser profesionales para poder mejorar sus ingresos, pero a la hora de ejercer, ven las puertas del mercado laboral cerradas.

Según la ley 30 de 1992, las instituciones de educación superior tienen dos clasificaciones, según su carácter académico (Tipo A) y según su naturaleza jurídica (Tipo B). Dentro de las primeras se reconocen cuatro categorías: técnicas profesionales, tecnológicas, universitarias o escuelas tecnológicas y universidades; para la segunda clasificación se reconocen dos categorías: públicas, que a su vez se clasifican en establecimientos públicos y entes universitarios autónomos, y privadas. Cada una de las categorías tiene ciertos requisitos y puede ofrecer diferentes tipos de programas académicos, la clasificación de cada institución de educación superior la determina el Ministerio de Educación Superior.

Dentro del Sistema Nacional de Información de la Educación Superior –SNIES-, existen 207 instituciones de educación de carácter privado y 80 de carácter oficial (sin contar seccionales), teniendo en total 287 instituciones de educación superior en el país. Así mismo existen 37 instituciones técnicas, 50 tecnológicas, 119 universitarias y 81 universidades.


Gráfica 1: Distribución de IES privadas por carácter académico. Fuente: SNIES


Gráfica 2: Distribución de IES oficiales por carácter académico. Fuente: SNIES


Gráfica 3: Distribución de IES por carácter académico y naturaleza jurídica. Fuente SNIES

Sin embargo, a pesar de que existen tantas instituciones de educación superior son muy pocas las que han alcanzado la Acreditación de Alta Calidad Institucional, sólo 11 de las 80 de carácter público y 17 de las 207 privadas, lo que pone en evidencia la baja calidad de las IES del país. Al mirar la calidad desde la perspectiva de la investigación, el Ranking U Sapiens ha hecho un gran trabajo, este clasifica a 81 de las 200 Instituciones Universitarias y Universidades que existen en el país, pues solo estas cumplen con los estándares mínimos exigidos; es decir que 119 IES que pueden hacerlo, no ofrecen ningún programa de Maestría o Doctorado, no tienen grupos de investigación acreditados ante Colciencias, ni revistas científicas.

El panorama es preocupante, si se tiene en cuenta que por ley, las IES no pueden tener ánimo de lucro, y todas sus ganancias las deben re-invertir en la Institución; me surgen hipótesis a partir de mi propia observación, que habrá que comprobar con investigaciones serias acerca del tema, como ¿dentro de las IES se pagan altos salarios a los directivos (y finalmente dueños) y se firman jugosos contratos con empresas de los dueños para sacar así las ganancias y reinvertir poco?, ¿se está destinando la mayor parte de los recursos a infraestructura, becas, publicidad, etc. con el fin de aumentar la cobertura, pero descuidado lo académico?, ¿no existe una voluntad de los dirigentes de las IES para mejorar?.

Algunos críticos podrán decir que las instituciones de educación superior se enfocan en aumentar la cobertura porque piensan en la gente que se queda por fuera sin estudiar, y quieren darle más oportunidades ampliando la oferta de programas y cupos, puede que sí, ¿pero a qué costo?, ¿realmente termina siendo beneficioso para la gente?. Las IES deben también invertir en previsión del mercado laboral en los próximos años, para así determinar qué cantidad de cupos ofertar para no generar una sobreoferta de profesionales en diversas áreas, que finalmente hace que los salarios y la vinculación laboral de sus egresados baje. Si de verdad se piensa en la gente, en los estudiantes, en los egresados, las IES deben entonces tomarse esta responsabilidad, aunque signifique reducir el número de matrículas, y por tanto sus ingresos.

Por ejemplo en Brasil, existe una gran cantidad de abogados y economistas, pero tienen gran escasez de ingenieros, al punto que han abierto programas para traer a estos profesionales de diferentes países del mundo, pues las empresas (como las petroleras) no encuentran a este tipo de profesionales en ese país. Por ello el Ministerio de Educación Nacional y las IES públicas y privadas deben estudiar la futura demanda de profesionales para saber qué cantidad deben ofertar. Esto son leyes del mercado, que al parecer las Instituciones de Educación Superior ignoran, y finalmente quienes pagaran serán los estudiantes y egresados.

Termino diciendo que las IES del país deben tomarse más en serio la calidad; enfocar más a sus estudiantes para que creen empresas exitosas, que sean empleadores y no empleados, esa es la visión de las mejores universidades del mundo; si las instituciones realmente quieren cumplir con el objetivo de transformar la sociedad, deben apuntarle más a la investigación que ayude a resolver los problemas de la gente, el estado y las empresas; ponerse diariamente nuevas y más altas metas; pensar responsablemente en sus estudiantes, egresados, profesores y empleados y finalmente en la Sociedad.

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